
Uno de los motivos de la propagación de las enfermedades de transmisión sexual es que las personas piensan que para infectarse deben mantener relaciones sexuales. Esta creencia es incorrecta. Algunas enfermedades de transmisión sexual, como el herpes o las verrugas genitales, pueden contraerse por el contacto piel con piel con un área infectada o una llaga. Otro mito sobre las enfermedades de transmisión sexual es que no se contagian a través del sexo oral o anal. Esto también es erróneo porque los virus o bacterias que provocan las enfermedades de transmisión sexual pueden ingresar al cuerpo a través de diminutos cortes o desgarros en la boca o el ano, así como en los genitales.
Las enfermedades de transmisión sexual también se propagan fácilmente porque es imposible saber si alguien está infectado. De hecho, algunas personas con enfermedades de transmisión sexual ni siquiera saben que están infectadas. Estas personas corren el riesgo de transmitir la infección a sus parejas sexuales sin siquiera advertirlo.
Los siguientes son algunos de los factores que aumentan las posibilidades de que una persona contraiga una enfermedad de transmisión sexual:
La actividad sexual a temprana edad. Cuanto menor es la edad en la que se comienza a mantener relaciones sexuales, mayores son las probabilidades de una persona de contraer una enfermedad de transmisión sexual.
Numerosas parejas sexuales. Las personas que tienen contacto sexual (no solamente relaciones, sino cualquier forma de actividad íntima) con muchas parejas diferentes corren un mayor riesgo que quienes permanecen con la misma pareja.
Sexo sin protección. Los condones de látex son el único método anticonceptivo que reduce el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Los espermicidas, diafragmas y demás métodos anticonceptivos pueden contribuir a prevenir el embarazo, pero no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual.
Las enfermedades de transmisión sexual también se propagan fácilmente porque es imposible saber si alguien está infectado. De hecho, algunas personas con enfermedades de transmisión sexual ni siquiera saben que están infectadas. Estas personas corren el riesgo de transmitir la infección a sus parejas sexuales sin siquiera advertirlo.
Los siguientes son algunos de los factores que aumentan las posibilidades de que una persona contraiga una enfermedad de transmisión sexual:
La actividad sexual a temprana edad. Cuanto menor es la edad en la que se comienza a mantener relaciones sexuales, mayores son las probabilidades de una persona de contraer una enfermedad de transmisión sexual.
Numerosas parejas sexuales. Las personas que tienen contacto sexual (no solamente relaciones, sino cualquier forma de actividad íntima) con muchas parejas diferentes corren un mayor riesgo que quienes permanecen con la misma pareja.
Sexo sin protección. Los condones de látex son el único método anticonceptivo que reduce el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual. Los espermicidas, diafragmas y demás métodos anticonceptivos pueden contribuir a prevenir el embarazo, pero no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario